A través de mis años de estudio
en la matemática, he llegado a la conclusión siguiente: Dejar de quererla es
imposible, es como querer darle medida al conjunto de Cantor.
Durante largas charlas entre café
y más café siempre se llega a la pregunta: ¿Quién es tu matemático favorito?, o
¿Quién es aquel que admiras más?, Al cual podrías idolatrar mencionando sus
definiciones y teoremas; mentes brillantes que han dado su vida por una pasión
que realmente es incontrolable. Personalmente sé que la ciencia está llena de
aquellas mentes brillantes que han dado conocimientos inigualables y que
gracias a estas la ciencia ha sido construida de manera útil y funcional.
Augustin Louis Cauchy, francés,
Parisino, un hombre que muy poca gente conoce, fue quién escribió siete libros
y aproximadamente cerca de setenta artículos de matemática; y, es a quien yo
admiro más. Desde sus criterios de convergencia en Análisis Real hasta sus
teoremas en Análisis Complejo, hacen de él un Genio inigualable; este no
conoció la escuela hasta los 13 años y engendrado a inicios de la revolución
francesa, solo adquirió conocimientos de parte de su padre bajo el consejo de
otro genio Pierre Simon Laplace.
En el mundo actual se habla mucho
de los físicos e ingenieros que son los que aplican la matemática, pero para
poder aplicarla hay que primero construirla
y después desarrollarla. Muchos de los problemas del hombre empezaron de forma
empírica; y, tratando de resolver estos problemas se construyeron ciertos
métodos para resolverlos, el problema es ¿qué sucede si este se modifica
ingresando algún factor?, entonces la solución cambia, entonces nace la física
que intenta generalizar las soluciones de problemas generales, pero necesita de
herramientas bastante sofisticadas y perfectas para poder dar una solución
general a estos.
La perfección de la matemática la
hace la herramienta ideal para ser usada en la interpretación de problemas, es
llamada el idioma de los Dioses en muchas oportunidades. Personalmente la
matemática por mas idioma de los Dioses que le llamen algunos, no tiene que ser
intrincada, el famoso grupo Nicolas Bourbaki reescribió la matemática
de una manera muy rigurosa y difícil de entender, muchos de los matemáticos
actuales todavía tienen esa escuela que parece seguir la premisa: “Mientras más
complicado es mejor”; sin embargo, es necesario tratar de hacer lo más terrenal
posible este idioma tan perfecto para poder enseñarlo y conseguir mayores y
mejores logros en el mundo de la ciencia, que es descrito por la belleza de las
matemáticas.
Finalmente luego de pasar horas,
meses y años estudiando muchos teoremas, proposiciones y demás solo queda
resaltar que, en mi opinión personal, Cauchy es el mejor de todos los tiempos.
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