domingo, 21 de octubre de 2018

CAMINO A LA PERFECCIÓN

A través de los años hemos sido testigos de la historia de nuestra especia, y del irrefutable hecho de la evolución humana; desde la revolución industrial y gracias a las guerras, hemos desarrollado la ciencia y la tecnología, y, en los últimos años estas, han avanzado a pasos agigantados.

Hace unos años se pensaba que había cosas que nos tomarían siglos, pero sin embargo la ciencia ha demostrado que no, desde la desesperada búsqueda para curar enfermedades como el cáncer y el SIDA, hasta la colonización de la luna y Marte; así pues, estos son pasos para poder llegar a la perfección.

¿Por qué mencionar la perfección?; pues bien, si podemos curar enfermedades como el cáncer o el SIDA, el siguiente paso será aumentar el número de años promedio de vida, pero no solo cantidad de años, sino también la calidad; y, no solo calidad de años, sino también la calidad del ser humano; hacia uno que respete a los demás, que tenga valores y que predique con el ejemplo. Esto sin duda nos haría seres con más años de producción y con fuerzas para trabajar y estudiar más años – imagina lo que hubiera logrado Einstein con 200 años de vida, de los cuales ¡hubiera producido solo la mitad!  – o, a Miguel Ángel con más años para deleitarnos pintando el cielo, o a Vallejo llenando de poemas cada edición dominical de los diarios por 150 años.

El hombre apunta a una sola cosa: la perfección; entonces, ¿por qué no llamarlo “súper hombre”? pues sería aquel que consigue las cosas gracias al poder de su genuina voluntad, combatiendo una moral impuesta por las costumbres que nos tienen subyugados, e impulsar una moral que nace de lo más profundo de las personas.

Solo si tenemos la suficiente vida podremos ver a ese prototipo de humano perfecto.

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“No podemos, por cierto, curar con un solo trazo deficiencias
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adultos, sino también a nuestra opinión pública y a nuestras clases o
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resignen a que los problemas educativos sean estudiados, confrontados
y abordados técnicamente y en forma adecuada y a largo plazo”.

Jorge Basadre
Materiales para otra morada, 1960