Parece que alguien en Cusco no se está tomando en serio el “pequeño” problema del medio ambiente, a pesar de que mucha gente se dedica a este tema. Hace unos días he notado que una parte de Cusco amanece obscurecida por un manto de smog que al parecer se causa por la quema de materiales peligrosos como llantas y demás “combustibles” atípicos que son usados en hornos para la quema de tejas y ladrillos en la parte sur este de la ciudad; no obstante esta contaminación está causando el deterioro de la capa de ozono, y me imagino que también la salud de los pobladores del distrito de San Sebastián y San Jerónimo, tema de estudio de la actividad profesional del medio ambiente y los profesionales de la salud. Quizá los pobladores no lo han notado o están tan habituados que es como eso de que el pez no sabe que vive en el agua hasta que sale del agua.
El problema es harto complicado y de abigarrada solución, que merece un gran estudio y alternativas muy ingeniosas puesto que estos agentes económicos no querrán dejar de percibir sus ganancias, son negocios que existen hace mucho, y no se puede atentar contra su trabajo o libertad personal, claro que las actividades económica no pueden pretender afectar al medio ambiente, por cuanto abrimos el debate para buscar una pronta solución y que este problema sea ya parte de la agenda de la municipalidad, a la que nos comprometemos visitar durante las próximas semanas para poder tratar este tema y darle la capital importancia que merece.
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