Luego del asesinato de la estudiante cusqueña Madeleyne Lazo nos damos cuenta de que nos enfrentamos a un
crisis de violencia en la ciudad de Cusco, aunque ésta se extiende a
todo el territorio patrio, es una crisis de principios, valores, amor
y humanidad; no obstante estamos perdiendo mucho mientras más
estabilidad económica y política ganamos. Llama poderosamente la
atención, que hace solo un par de días fueron capturados en Lima
miembros de las Maras Salvatruchas; es increíble pensar que hay
Maras Salvatruchas en Perú, el gobierno debe actuar de inmediato, se
debe capturar a todos esos desgraciados y se les deba dar la pena
máxima, si el gobierno deja que ingresen al Perú crimen organizado
de ése tipo, equivaldrá a lo que hizo Belaunde permitiendo que el
terrorismo prospere en nuestro país, esto debe acabar ahora mismo.
Ahora bien, por si fuera poco, hace menos de una semana fueron
capturados una banda de secuestradores en el sector de Cachona,
distrito de Santiago en Cusco, que mantenían rehén a un ciudadano
trujillano, funcionario de la empresa Pandero dentro de un auto tico
de placa de rodaje AQR-462 y al verse acorralados, los delincuentes
emprenden la fuga y arrojan a un abismo al secuestrado, quien
afortunadamente sobrevive al siniestro. Ahora, la ciudad de Cusco
está consternada por el asesinato de la joven estudiante Madeleyne Lazo, quien fue encontrada desnuda y sin vida en el séptimo paradero
de San Sebastiano en Cusco. Ahora muchas personas se encuentras
consternadas y furibundas pues sienten que el estado a través de la
policía no está haciendo un trabajo adecuado; además, las
flexibles penas peruanas, que deben estar entre las mas leves en el
mundo, han hecho que la ciudadanía pierda la fe en la autoridad y
esté tomando la justicia en sus manos, muchos haciéndose de armas
de fuego y otros organizando grupos para repeler la amenaza de la
delincuencia en barrios y casas.
Si bien es cierto que la
policía está trabajando, muchos se preguntan cómo están
trabajando; pues, hay una gran diferencia entre las instituciones
privadas y las del estado; y, es que en las instituciones del estado
generalmente se mide la gestión por el tiempo que pasan cada
empleado o funcionario, haciendo su función, mientras que en el
sector privado se mide la productividad por los resultado, esto es la
Administración por Objetivos (APO); suponemos que muchas de las
personas en en nuestra sociedad no quieren ver cientos de efectivos
en las calles, sino que haya resultados.
No seamos injustos,
nuestra Policía Nacional, exceptuando a los malos efectivos,
trabajan incansablemente contra la falta de recursos y arriesgando la
vida por la ciudadanía, para encontrar criminales y llevarlos ante
la justicia, pero ¿Qué pasa cuando se lleva a un delincuente ante
la justicia y ésta no hace mas que absolverlo y liberarlo?, esto
parece una burla a todo lo hecho anteriormente y llena a las personas
de una amarga sensación de impotencia y cólera; así pues, vemos
que el problema principal en Perú es la corrupción sumada de las
blandas penas y nuestras aún más blanda autoridades que tiemblan de
miedo para darle un delincuente penas máximas; sin contar con
beneficios penitenciarios sacados de algún libro de humor negro que
deja libres a los delincuentes luego de cumplir la mitad de sus
penas. Todo esto solo sucede en el país de las maravillas para los
que infligen la ley y que buscan castigar a quienes pretenden
defenderse amparados en la legítima defensa de sus vidas. Solo hay
que dar un vistazo a los penales en Perú para ver todo lo que se
puede vender dentro de éstos; para muestra un botón, lo sucedido en
el penal de Challapalca no tiene nombre, y si hay algún funcionario
implicado en esto ése funcionario debe tener cadena perpetua, solo
poniéndole la suma de las penas de los criminales a quienes ayudó a
escapar tendría varias cadenas perpetuas, pero todo esto en el
supuesto de haber un funcionario implicado; este mismo ejemplo sirve
para ilustrar que la policía está actuando de forma acertada y
merece nuestro apoyo y mas que todo de las leyes.
Además, me gustaría
saber qué está esperando el Congreso de la República, para
presentar el proyecto de ley de la acumulación de la penas, o ¿es
que acaso temen que al final les tocará pagar esas mismas penas?, es
ridículo ver gente que destruya la vida y amedrente a la sociedad y
luego se les de una pena de 25 “añitos” en prisión y que además
se les libere al cumplir la mitad de su pena.
Por último están esos
otros criminales que se hacen llamar organizaciones de derechos
humanos, que lo único que parece motivarles es destruir más nuestra
sociedad, defendiendo a criminales confesos para evitar que se les dé
la pena de muerte, a criminales que jamás, repito, “jamás” se
van a reformar y cuya única motivación es salir de prisión para
tomar venganza de quienes ayudaron a su captura y encarcelamiento,
además de defender “casi la mayoría de las veces” solo a
delincuentes, juzgados y sentenciados.
Esto es el clamor del
pueblo: señores de los tres poderes (porque no está solo en manos
del presidente de la república): Penas más severas y jueces y
fiscales con el carácter para poder imponer penas severas.
Eliminación de los beneficios carcelarios y eliminación de la
reducción de penas por ningún causal, Acumulación de penas, para
que los desgraciados no vuelvan a ver la luz del sol nunca más en
sus vidas. Mejores condiciones a la Policía Nacional y penas aún
mas drásticas a los policías y funcionarios corruptos que ponen en
las calles a criminales. Y finalmente ¡Pena de muerte!...
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